Los ejemplares de Matar a un ruiseñor y Las aventuras de Huckleberry Finn vuelven a estar prohibidos en algunas aulas de Estados Unidos tras la protesta de una madre. Un condado de Virginia deberá estudiar ahora si el lenguaje que aparece en estas dos obras, consideradas títulos imprescindibles de la literatura estadounidense, merece que sean censuradas de manera permanente en el programa escolar.
Origen: el caso Pedro Varela
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